Semana de estreno: De Vocación en Videopodcast
Interioridades sobre la grabación y lo que es para mi esta sección
Buenas. Pues ya estamos de nuevo por aquí. Domingo lluvioso y fresco, al menos por aquí, así que pega que te quedes en casa tranquilamente con un café, remoloneas y ya se irá viendo lo que pide el día. De momento yo te recomiendo que te eches un poco hacía atrás en el sofá, silla o cama donde lees esto y pases directamente al video que te inserto al final.
Está semana no te voy a contar ni de lo que hablé el miércoles, sólo te voy a hablar de la sección De Vocación, antes llamada Café Con, y no del contenido de esta entrevista en formato podcast y video, de la que hablaré el miércoles en la web. La ocasión merece hablar sobre lo que hay detrás de ese video, antes y después.
Lo dicho, tienes el video al final en Youtube y en enlace para verlo y/o escucharlo en Spotify. Y por supuesto está disponible, como siempre en tu plataforma de podcast favorita.
Con lo que me quedo de esta grabación
Ya te digo que es la primera vez que puedo hacer esta sección en persona. Y además en video. Hasta hoy, las entrevistas eran escritas. Yo mandaba una serie de preguntas al entrevistado por correo, me las respondía, en algunos casos yo re-preguntaba y finalmente, con algunas fotos cedidas, tenías la entrevista lista para su lectura.
Tener por fin la ocasión de poder entrevistar a alguien en persona, lanzar preguntas, reaccionar sus respuestas, interactuar… le daba todo el sentido a esta sección. Una entrevista de verdad, aunque cada vez me sale más la palabra charla que entrevista. Porque esto se convierte en una charla, en la que surgen temas que no están escritos ni pensados, pero que abren hilos de conversación interesantes. Te das cuenta de que hay preguntas que ya no tienen sentido y sale, con toda sinceridad, una charla entre amigos.
Creo que en esta charla, y en la que grabé la semana pasada con la siguiente invitada, se puede captar ese espíritu de ser dos personas conversando, no una tanda de preguntas/respuestas.
Todo eso es parte de lo mucho bueno que saco en positivo. Y sobre todo que me he lanzado a hacerlo. Tiene mucho que ver lo de haber perdido la vergüenza, como te contaba en el podcast del otro día, porque hace unos años hubiera sido incapaz de ponerme delante de una cámara a hablar. Pero ahí estoy y con eso me quedo.
Con eso y con la cantidad de cariño recibido en las pocas horas que hace que está en el aire y estoy seguro de que recibiré más, porque el Dr. Jose Bueno, amigo desde hace media vida, ha dejado muchísimas perlas en la entrevista sobre las que merece reflexionar.
Y por supuesto con la generosidad de Jose, Amaretto, Jorge y Laura que me han brindado todo su apoyo, ayuda y asesoramiento en esta locura. Desde cederme ese rincón, decorarlo, ayuda con los planos, consejos de técnica, los logos, la naturalidad con la que se ha prestado desde el primer minuto Jose a esta locura. Sin esto, nada hubiera sido posible.
Con lo que no me quedo
No me quedo con la técnica en muchos aspectos. Los nervios y el ansia de creerme Jordi Évole me pudieron en muchos aspectos. Pasé en cuestión de semanas de pretender colocar un micrófono de mesa entre los dos y charlar para hacer un sencillo podcast a esta locura de tener micros de solapa, grabar video (a 3 cámaras), tener alguien detrás haciendo el Así se hizo, editarlo, música…
Ha sido una locura maravillosa y he aprendido mucho de todos y cada uno de los fallos que tiene. El primero y principal: yo no soy Jordi Evole y no llevo un equipo de varias personas ocupadas de la técnica para yo entrevistar. Esto es, como diría Jorge, grabación de guerrilla. Una de las cámaras acabo con un metraje totalmente inutilizable, me quedé con dos. Los planos no está bien encuadrados y me faltó algo de luz, aunque se pudo corregir algo en edición. No enfoqué bien una de las cámaras porque pretendí usar un programa profesional para grabar, como si hubiera un operador de cámara ahí para manejarlo, y no es así.
Personalmente hablo demasiado y piso al entrevistado a veces, debo aprender a ser más Quintero y dejar hablar y pensar al entrevistado, sin prisas. Debo quitarme la muletilla de los “aha” con los que replico constantemente a lo que me dicen. Debo ser menos expresivo en algunas cosas. Debo asumir, sobre todo, mis limitaciones.
Sobre ese tema de las limitaciones, me queda claro que eso no significa hacerlo peor. El problema es que si con un coche de calle quieres correr en un circuito de cross, va a quedar ridículo, pero eso no significa que no pueda correr y dar un estupendo resultado en un circuito adaptado a sus características. Eso debo aprender yo. Conocer los límites de lo que tengo e ir aprendiendo a exprimirlo.
Aprender
Siempre lo digo y se lo he dicho a la gente con la que charlo: esto es entre amigos. Esto es algo que hago para mero disfrute mío y espero que suyo. No va a salir en Televisión ni nada, lo vamos a ver nosotros, los amigos de siempre. Y claro que quiero que salga de la mejor forma posible, pero nadie nace sabiendo.
Quizás porque empiezo a sentir que el tiempo apremia, prefiero aprender sobre la marcha. Por lo que ha visto de la charla que grabé hace unos días, el material está técnicamente bastante mejor. Enfocado, mejor iluminado y creo que podré sacarle más partido. Consejos de Jorge me van a facilitar la tarea de montarlo. Tenía todo el tiempo en mente durante la charla no replicar tanto a la entrevistada y lo he conseguido (progresa adecuadamente, pero necesita mejorar). Tengo idea de añadir algunos planos recurso adicionales sobre lo que hablamos.
Todos empezamos a andar titubeando, está claro, pero poco a poco vamos dando pasos más firmes y más largos. Este quiero que sea mi recorrido. Porque esta es sólo la primera de unas cuantas. Ya tengo una más grabada, otro sí para hacer, y algunas personas más a las que convencer.
Te recomendaría que te quedaras por aquí, que te suscribas al podcast y al boletín, y que te prepares para ir viendo cosas chulas.
Te dejo el primer y titubeante paso. Espero que te guste, que lo compartas con tu gente, que le des me gusta, que me comentes qué te parece…
Gracias por estar siempre ahí.