Buenos días de domingo. Ya sabes que yo siempre te imagino tomando el café por la mañana, con los ojos aún no del todo abiertos y leyendo este boletín. Que igual me lees a las doce de la mañana tomando una birra pero, sea como sea, buenos días y bienvenido.
Esta semana, con el podcast, he aprendido a base de una pequeña torta que tengo que ser un poco más previsor. El fin de semana pasado escribí un guión maravilloso para el podcast del viernes. A falta de última lectura de repaso, estaba listo para grabarlo pero me dio un ataquito de procrastinación y no lo hice. Total, era domingo por la mañana, tenía toda la semana para grabarlo, mejor cualquier tarde. Error.
El lunes me levanté con la garganta regular pero aceptable. Pensé en grabar el podcast el lunes pero por la mañana vi una foto de Taylor Swift con su novio y, a cuenta de esa foto y habiendo saltado las noticias de los deepfakes que habían hecho con su imagen, decidí sobre la marcha reprogramar el post del martes para el martes que viene y escribir este artículo sobre los deepfakes. Por cierto, al final te cuento que vi de especial en esa foto.
Total, que me fui enrollando con mi vida y el martes ya me levanté apenas sin voz, aunque el miércoles ya perdí definitivamente la poca que me quedaba. La visita a la psicóloga fue un auténtico suplicio. Todo el rato susurrando porque cualquier intento de hablar normal derivaba en ataque de tos.
Nada grave, no te vayas a preocupar. No he tenido fiebre, sólo un poco de cansancio derivado de las toses pero nada parecido a las fiebres que tuve a final del año pasado. Aún así, he llevado la mascarilla en el trabajo unos días por si arrancaba algo mejor.
Total, que llegamos al jueves, con el guión del podcast estupendo preparado y sin voz para grabar así que no me quedó otra que grabar este podcast no podcast que te dejo aquí. Básicamente, como te cuento en el podcast, por no dejar un viernes en blanco y para que supieras que no es que me haya aburrido del podcast, todo lo contrario. De hecho, la semana que viene te hablaré de algunos cosas que me han pasado al respecto y algún cambio que quiero hacer, pero eso será el jueves en la web o el domingo por aquí. Lección aprendida: no está de más tener un podcast grabado en la recámara por si las moscas.
Por cierto, que no se me olvide, que el jueves te hablé de cadáveres y restos humanos. No es tan escabroso como suena, es sobre esa necesidad que los humanos normales, entre los que parece que no me encuentro, tienen de tener un cadáver de alguien que fallece, como para constatar que está muerto y poder iniciar el proceso de duelo. Lo puedes leer aquí y, como siempre, dejar tu opinión.
Para ir cerrando, hace unas semanas te hablé de la voz personal del iphone, de un capítulo de Black Mirror y de como estamos cada vez más cerca de devolver a la vida virtual a los fallecidos. Me han pasado esta semana este artículo en El País precisamente sobre eso. Si te interesó el tema, deberías leerlo y ver el video que lo acompaña.
Y poco más, que no ha sido poco. Te dejo como siempre el podcast, esta vez NO podcast. Si no puedes escucharlo desde este enlace, porque te lleve a Spotify y no tengas cuenta y tal, lo tienes disponible en la página que he creado en la web. Ahí sí que basta con darle al play.
Ah, casi se me olvida, la foto de Taylor Swift. A mi me inspiró mucha ternura. No tiene nada que ver, lo sé, pero yo me invento mis movidas. Vista en el concepto de estar pasándolo mal por lo de los deepfakes a mi me sugiere uno de esos abrazos que te reconfortan el alma. Ya te digo, las movidas que yo veo en una foto sin comerlo ni beberlo.